Las sustancias aromáticas ha sido tradicionalmente utilizadas en situaciones de trastorno emocional.
El efecto de la fragancia en el estado psíquico y mental del individuo, traduce en que se aclara y agudiza la capacidad de percepción, y da la sensación de ver las cosas con más objetividad, en una perspectiva más real.
Se han estudiado mucho los efectos de los aceites esenciales en el sistema nervioso. Hay dos tipos básicos de trastorno emocional, uno hiperexcitado, tenso, locuaz y ansioso, y el otro melancólico, apático y silencioso. También hay unas esencias neuroestimulantes y otras neurosedantes.
En ansiedad y tensión nerviosa son utiles: benjuí, bergamota, manzanilla, alcanfor, ciprés, geranio, jazmín, espliego, mejorana, melisa, azahar, rosa, sándalo, ylang-ylang.
En depresión y melancolía son beneficiosos: albahaca, bergamota, manzanilla, incienso, geranio, jazmin, espliego, azahar, pachuli, menta piperita, rosa, sándalo, ylang-ylang.
Los aceites esenciales se pueden aplicar ya sea pulverizando el aire ambiental o dando a oler a pacientes un algodón impregnado.
Son igualmente eficaces en forma de baños o también, en forma de masajes vehiculados con un aceite base.
1 comentario:
Gracias Admin por compartirlo, estoy convencida que es así y que funciona, tanto como que la memoria olfativa es la mas relacionada con las emociones, recordar por ej. el aroma de una comida al sentirla hoy y "saber" que es como la de casa cuando era niña y la preparaba mi mamá.
Abrazo de luz, MIrta
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