Es la que se produce por la disminución del hierro en el organismo y aparece cuando sus reservas se han agotado. Puede ser debida a perdidas sanguíneas: menstruales, hemorroides, esofagitis, ulcera digestiva, pólipos digestivos o urinarios, etc. Ingesta inadecuada de hierro. Aumento de las necesidades de hierro: embarazo, lactancia, infancia, adolescencia. Trastornos de su absorción.
Medidas terapéuticas
Alimentación: consumir alimentos ricos en hierro, hígado, carne, mejillones y yema de huevo, frutos secos, cereales y legumbres, en especial , la soja.
Complementos dietéticos: vitamina C, polen, jalea real, levadura de cerveza, germen de trigo.
Medidas terapéuticas
Alimentación: consumir alimentos ricos en hierro, hígado, carne, mejillones y yema de huevo, frutos secos, cereales y legumbres, en especial , la soja.
Complementos dietéticos: vitamina C, polen, jalea real, levadura de cerveza, germen de trigo.
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