Hoy en día somos todos víctimas del culto a la velocidad. Para darle a cada cosa el tiempo que necesita y se merece, se puede recurrir al movimiento Slow. ¿Por qué? Porque su esencia consiste en hacer las cosas bien y sin prisa. Los dos puntales de esta filosofía son el placer gastronómico y la reivindicación de ritmos vitales más lentos y meditados.
Se busca un punto intermedio, un equilibrio entre la rapidez y la lentitud.
El Movimiento Slow es una conjunción de varias tendencias existentes, como por ejemplo, el ecologismo, el buen vivir o la new age. Todo se observa y se replantea por la optica del tiempo.
Actualmente hay una red mundial de ciudades Slow (Slow Cities), en las que se privilegia sin prisas ni agobios al medio ambiente, la educación, el control de la especulación y la sostenibilidad. Mas de 80 mil personas en el planeta ya practican el Movimiento Slow.
Sus principios básicos:
Saborear cada instante.
Tomar la vida con más calma.
reencontrar el propio equilibrio.
Revalorizar los afectos.
Recuperar ritmos de vida más humanos.
Despertar los sentidos adormecidos.
Hacer una cosa a la vez sin contar los minutos.
Sorprender a alguien.
Disfrutar un momento de encuentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario